Para convertirse en un experto en kinesiología, generalmente se requiere una formación académica y práctica. Aunque los requisitos específicos pueden variar según el país y la institución, a continuación, se describen algunos de los requisitos comunes:
Estudios universitarios: muchas instituciones ofrecen programas universitarios en kinesiología o ciencias del movimiento que abordan temas como anatomía, fisiología, biomecánica, neurociencia y terapia física. Es recomendable elegir una institución acreditada que ofrezca un programa completo y riguroso.
Formación complementaria: Además de la formación universitaria, los expertos en kinesiología suelen seguir formándose y actualizándose en diferentes técnicas y enfoques de la kinesiología. Por ejemplo, pueden tomar cursos de terapia manual, acupuntura, nutrición, psicología, entre otros.
Experiencia práctica: Es importante adquirir experiencia práctica para poder aplicar las habilidades y técnicas aprendidas en la formación académica. La experiencia práctica puede ser adquirida mediante pasantías, prácticas supervisadas o trabajos en clínicas o consultorios.
Certificación: En algunos países, la kinesiología está regulada y requiere una certificación o licencia para ejercer. Es importante investigar las regulaciones en su área local y obtener las certificaciones y licencias necesarias para poder ejercer de manera legal y ética.
Es importante destacar que la kinesiología no es una práctica médica convencional y no cuenta con evidencia científica sólida que respalde sus supuestos beneficios para la salud. Por lo tanto, es importante hablar con un médico y seguir los tratamientos convencionales adecuados para cualquier condición médica.